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ISSN 1989-4163

NUMERO 04 - VERANO 2009

 

Mi Madre es Idiota (El Blog de Beta Valenzuela)

 

Hay blogs para todos los gustos; todo depende de la utilidad que se le quiera dar a la herramienta. Por ello encontramos en la red plataformas de egos atormentados, lugares de encuentro donde nace más de una pandi (éstos gozan de gran predicamento entre los adolescentes), bitácoras-coñazo- pretenciosas, blogs educativos, blogs casposo- corporativos, blogs incalificables (lo poético y hortera abunda) y también artefactos ingeniosos a los que, sin darte cuenta, te vas haciendo adicta. Como cada blog se corresponde con una personalidad de blogger diferente, podemos afirmar que hay bloggers de corta y pega, casuales, militantes políticos, frikis; hay bloggers inconformistas y también bloggers chispeantes aficionados al sexo y al chascarrillo. Beta Valenzuela, con su "mi madre es idiota" tiene, desde hace tiempo, un blog que nos engancha por mil razones. En él se combina la inteligencia deslenguada con una aguda capacidad de observación y un gran sentido del humor. Leer a Beta V. es una auténtica delicia, y por ello os ofrecemos hoy dos posts más o menos recientes, para que juzguéis por vosotros mismos.

POST UNO: CHASCARRILLOS DE ACTUALIDAD AL ESTILO BETA.

"Pedro Zerolo publica en su facebook que acaban de celebrar la "bienvenida civil" de Leo, el hijo de Cayetana Guillén. No soporto a Cayetana, no me entra en la cabeza que alguien pueda haber estado liada con Garci. Pero cuando leo lo de la "bienvenida civil" las cosas empiezan a cuadrar. Es tonta. Es rematadamente tonta. Es tonta, es relamida y además se las da de lista. Lo peor.

Consulto con expertos. Un señor con barba me explica que todo se debe a una educación religiosa mal curada. "Es posible que intente reproducir los modelos que ha vivido toda su vida. Ella, posiblemente, fue bautizada y lo que intenta es darle a su hijo la misma educación que ella ha recibido pero eliminando toda referencia religiosa". A mí me parece bien eliminar las referencias religiosas, me parece hasta obligatorio, pero si eliminas la religión y te dejas las absurdas liturgias que la acompañan posiblemente sea porque exista un sentimiento de culpa que te impida eliminarlas de verdad. El experto me lo corrobora. "Cayetana está intentando matar a Dios, pero se siente culpable al hacerlo". ¿Y sería posible que, dentro de unos años, el niño hiciera su primera comunión pero con una hostia civil?, pregunto. "Sí, entra dentro de lo posible". Lo estoy viendo. Cayetana le da una rodaja de pepino al niño. El niño la escupe porque piensa que el pepino está asqueroso y se nos vuelve un critiano de los pies a la cabeza.

Al parecer Zerolo leyó "los derechos del niño, recogidos en la Convención Internacional de la Infancia" y el abuelo de la criatura recitó una poesía de Mario Benedetti. Supongo que el primero de los derechos de ese pobre niño debería ser que no le sometieran a "ceremonias coñazo", porque ver a Zerolo al abuelo Guillén y a la ex cantante de La Oreja de Van Gogh cantando "David el gnomo" (no me lo invento, viene en el periódico) debe ser bastante traumático (para mí lo sería). No sé, si de lo que se trata es de tomarse unas cañas a la salud del chaval tampoco hace falta tanta parafernalia y lo de "dotar al niño de la ciudadanía madrileña" (frase literal de Zerolo), no es más que una ida de pinza provocada por las mencionadas cañas. Zerolo, que el laicismo es algo serio".

POST DOS: CULTURA Y MODUS VIVENDI AL ESTILO BETA.

"El verano del 2002 lo terminé en Tenerife. Un amigo consiguió que sus tíos le prestasen un apartamento en la Playa de las Américas y me invitó a pasar unos días pensando que así conseguiría acostarse conmigo. Si yo no hubiera querido que nos acostáramos no habría aceptado su invitación pero yo atravesaba una de esas épocas en las que me tiraba a todo lo que se movía por temor a que luego vinieran tiempos peores.

El lugar me pareció un horror debido a la brutal aglomeración de turistas así que en vez de ir a la playa nos dedicamos a hacer excursiones por la isla a bordo de un Ford K de color rojo. Una tarde, camino de la Orotava, nos quedamos sin gasolina. Intercambiamos unos cuantos "ya te lo dije" y nos culpamos mutuamente. Mientras él se iba a buscar gasolina yo me quedé escuchando la radio.

En Radio 3 entrevistaban a un director de cine del que nunca había oído hablar. Se llamaba Isaki Lacuesta y estaba a punto de estrenar un documental titulado Cravan vs Cravan. Yo tampoco sabía quien era Arthur Cravan pero, a medida que Isaki hablaba del personaje a mí me interesaba más y más. Era un poeta, era un boxeador, era un desertor, era un buscavidas. Su vida estaba envuelta en el misterio y su muerte aún más.

Cuando regresé a Madrid fui a ver la película y, meses después, repetí en un pase que se hizo en La Casa Encendida y al que también asistió Isaki. Había muy poco público. Apenas una docena de "raros". Pensé que mejor así. Siempre he preferido sentirme rara a sentirme masa. Isaki tenía barbita, el pelo relativamente largo y una voz tímida que yo escuchaba ensimismada, como quien escucha una verdad divina. Años después rodó La leyenda del tiempo. Volví a sucumbir.

El pasado mes de enero, cuando me propusieron escribir para Soitu sabía que terminaría haciéndolo sobre Isaki. Me puse en contacto con él. Le hizo gracia lo de "Boyera la bollera". Me pronosticó una carrera breve y acertó. Me envió algunos de sus cortos advirtiéndome que me encontraría con algo bien distinto a Cravan y a La leyenda. Pasaron un par de semanas hasta que quise verlos. Era como intentar retrasar el momento del orgasmo. Efectivamente los cortos son otra cosa. Son inquietantes.

Los directores de cine son como los amantes. Los hay de muchos tipos. Algunos son "funcionariales", ruedan por oficio. Fichan cuando llegan y cuando se van. Te la meten los sábados por la noche simplemente porque toca. Es difícil enamorarse de ellos. Hay directores exhibicionistas. Llegan, se desnudan, ponen en marcha el cronómetro e intentan batir el record del polvo más largo. Si te encuentran el punto la cosa puede estar bien pero, en la mayoría de los casos, tú les importas poco con lo que, normalmente, te quedas insatisfecha. Hay directores tuppersex. Ellos, por sí mismos, no valen nada, pero tienen un maletín lleno de consoladores con los que puedes hacerte un apaño. Finalmente hay directores espeleólogos que se sumergen e investigan. Son minoría pero eso les da igual. Para ellos rodar es una aventura, un experimento nuevo, un proceso de investigación. A mí me gusta sentirme investigada. Isaki es de estos últimos".

Lo dicho: Beta, te queremos.

Mi Madre es Idiota
Foto: Margarida Delgado

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